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1.Dios quiere que vivamos en paz. La paz es posible, también en nuestro pueblo. La queremos ya ahora. No queremos que nadie la impida o la retrase. Nosotros nos comprometemos a trabajar por la paz en la verdad y en la justicia, desde nuestra propia responsabilidad.
- ¡Señor, que donde haya injusticia, yo ponga paz!
2.Amamos la vida como don sagrado de Dios y primer derecho del hombre, sea quien fuere, esté donde esté. No queremos que nadie mate, torture o atente contra su integridad. Nosotros nos comprometemos a defender la vida de toda persona.
- ¡Señor, que donde haya muerte, yo ponga vida!
3.Creemos en la capacidad de las personas y de los pueblos para buscar solución a sus conflictos por caminos de paz. No queremos imposiciones violentas, contrarias al libre sentir de nuestro pueblo. Nosotros nos comprometemos a promover comportamientos y cauces democráticos en libertad.
- ¡Señor, que donde haya violencia, yo ponga libertad!
4.Respetamos la legítima diversidad de opciones para la construcción de nuestro pueblo. No queremos que nadie se arrogue el derecho de ser su único representante. Nosotros nos comprometemos a buscar una paz que sea verdadera y para todos.
- ¡Señor, que donde haya división, yo ponga solidaridad!
5.Creemos en la fuerza pacificadora de la verdad. Rechazamos la mentira como instrumento de estrategia, y la manipulación de la verdad al servicio de los propios intereses político-sociales. Nosotros apostamos por la fuerza liberadora de la verdad.
- ¡Señor, que donde haya mentira, yo ponga verdad!
6.Creemos en la eficacia del diálogo para la búsqueda de las vías de una paz estable. Rechazamos todo intento de hacer de él un instrumento de estrategias calculadas. Nosotros nos comprometemos a promover el diálogo que nazca del respeto y la escucha mutua.
- ¡Señor, que donde haya enfrentamiento, yo ponga diálogo!
7.Reivindicamos la fuerza social del perdón para construir nuestro futuro. No queremos que la venganza y los odios nos encadenen para siempre a nuestro pasado. Nosotros nos comprometemos a promover una experiencia colectiva de perdón.
- ¡Señor, que donde haya odio, yo ponga perdón!
8.Creemos en la paz, logro de los hombres y don de Dios. Nos comprometemos a orar sin descanso por nuestra conversión personal y por la paz de nuestro pueblo. Esa oración nos ayudará a liberarnos de odios irracionales, dogmatismos violentos, manipulaciones engañosas e intolerancias agresivas.
- ¡Señor, conviértenos, danos tú la PAZ!
Virgen de la Medalla Milagrosa
Hace 13 años
1 comentarios:
La paz se esconde detras de la sinceridad, de la transparencia, de la sencillez, de la verdad, de la justicia, de la comprensión, de la equidad, de la buena intención y en definitiva, del amor. Dónde hay buenas intenciones, y se procede honradamente y con transparencia hay semillas de paz, y crecerá como crece la espiga de trigo, y terminará por ahogar la mentira y la injusticia, porque dónde hay verdad no puede haber mentira. Claro, el hombre sólo no puede mantenerse en la verdad, necesita de JESÚS, y tiene su Palabra, por eso, se hace necesario injertarse en ÉL, con ÉL y por ÉL, y desde ahí nace la paz en nuestro corazón, y sí en nuestro corazón, también nacerá en todos aquellos que quieran que nazca. Y muchos corazones formaran un espacio y lugar de paz.
Gracias por tus oraciones para el Cursillo, fue un éxito.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
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