¿Es mi familia un lugar donde se vive el amor o el desamor?

Os pasamos este artículo sobre la familia para la reflexión personal o grupal.

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¿Es mi familia un lugar donde se vive el amor o el desamor?

La familia cristiana "denuncia y anuncia, se compromete en el cambio del mundo en sentido cristiano y contribuye al progreso, a la vida comunitaria, al ejercicio de la justicia distributiva, a la paz".
Puebla, 587
Ma. Eugenia Díaz de Pfennich
Revista Acción Femenina, feb 09/ año 76/929

El mes pasado se celebró en la Ciudad de México el VI Encuentro Mundial de las Familias con la presencia de delegados de todos los Continentes, y es febrero el mes en que celebramos el amor y la amistad. Nos preguntamos: ¿Nuestra familia es un lugar donde se vive el amor o el desamor?

En la familia aprende a manifestar con naturalidad su enojo, su perdón, sus alegrías, sus experiencias y anhelos.

Hace algunos años Frédérique, con gran tristeza, me comentaba en París, que una conocida suya de 58 años acababa de suicidarse y que pocos días antes le comentó lo siguiente: "Nunca encontré amor en mi familia. Cuando era niña y después joven, disfruté de salud, dinero, viajes, amigos, asistí a diferentes escuelas, a muchas fiestas, pero nunca tuve un hogar donde se viviera el amor. Ahora, de adulta, no he sido capaz tampoco de formar un hogar; me siento deprimida, sola, cansada, enferma; no he aportado nada al mundo y siento que sólo he recibido desilusiones y críticas, soy incapaz de salir adelante en nada."
No podemos juzgar duramente la decisión de esa mujer, ni tampoco justificarla, pero sí conviene analizarla y descubrir que la raíz de su mal fue muy probablemente el comentario que subrayaba con dolor: "No recibí amor en mi familia", expresión en la que ella centraba su gran conflicto y el origen de su impotencia.

LA MUJER RESPONSABLE DE LA VIDA, LA PROTEGE CON AMOR
La mujer, la madre es el pilar de la familia, ella puede ayudar a construir un hogar con amor, aunque no se tengan cubiertas todas las otras necesidades básicas que también son importantes. La mujer no debe permitir que su familia sea un lugar de desencuentros, enojos, discusiones, donde se viva el egoísmo, el individualismo y donde, evidentemente falta el amor. Nos preguntamos: cuando la mujer no da amor, calor, protección en la familia, ¿hay alguien que la supla?, ¿es verdad que el núcleo familiar sea tan importante para la formación del ser humano? La inseguridad, la angustia, el fracaso, el egoísmo, el suicidio... ¿afectan únicamente a quienes lo padecen o tienen graves repercusiones sociales?, ¿sufre la sociedad con la desintegració n familiar?
Los ciudadanos nacen en la familia y en ella aprenden a vivir las virtudes sociales que son el fundamento del desarrollo de la sociedad. La función social de la familia no es tan sólo la procreación y educación de los hijos, sino hacer frente a una sociedad cada vez más masificada y despersonalizada y luchar por mantener al ser humano consciente de su dignidad personal y de enriquecerlo con profundo sentido de responsabilidad para consigo mismo y para con la sociedad.
El hogar es el lugar donde todo ser humano siente el calor de la acogida, el espacio donde descansa, se actúa espontánea y naturalmente, porque se cuenta con el amor incondicional de los otros. El niño y la niña aprenden a aceptar y a ser aceptados, a cooperar, a ser solidarios, a compartir sus bienes, a manifestar con naturalidad su enojo, su perdón, sus alegrías, sus experiencias y anhelos, el amor a sus padres y hermanos.

LA CONFIANZA EN EL AMOR HUMANO NOS DA CONFIANZA EN EL AMOR DIVINO
La familia es punto de partida y llegada en la sociedad. Para nosotros los cristianos, la familia, por la acción santificante de la gracia, unida a los medios humanos a su alcance, llega a constituirse en un núcleo vital insustituible.
Es en el hogar donde el ser humano descubre continuamente experiencias nuevas, realiza ideales concretos y vive alegre su identidad de ser único e irrepetible.
La amiga de Frédérique no pudo, no tuvo fuerzas para salir adelante, no fue capaz de luchar contra la depresión que la invadía, no soportó la enfermedad. Ella comentaba: "No recibí amor en mi familia" y quien no ha tenido un hogar y no ha recibido amor, no entiende, como el creyente, que nuestro caminar valiente en la vida nos acerca al final, al verdadero y único hogar en la "Casa del Padre".




Preguntas para trabajar en grupo
ü ¿Cómo reconocemos que en nuestra familia se vive el amor?
ü ¿Cuáles son los valores que se viven en muchas familias en México?
ü ¿Cómo perjudican, en muchas ocasiones, los medios de comunicación a la institución familiar?
ü ¿Qué puede hacer tu grupo para fortalecer a las familias de las socias?

Tomado de:
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Accion Catolica Diocesis de Queretaro
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