REGÁLAME MÁS CORAZÓN

Os pasó la recesión que me ha pasado un amigo sobre este libro:

REGÁLAME MÁS CORAZÓN

José Carlos Bermejo y Mari Patxi Ayerra

Editorial PPC. Madrid 2006

Este libro es como un pequeño tesoro para la vida. Se trata de un librito pequeño y dinámico, que intercala textos breves, intensos y vitales, con dibujos que son reflejo y marco del escrito. Se divide en dos grandes partes, la primera titulada “El corazón que ve”escrita por el Religioso Camilo, José Carlos Bermejo, y la segunda”El corazón que transciende” por Mari Patxi Ayerra, quien es madre y abuela.

Como se recalca en el prólogo, es un libro que habla del Corazón y de las Manos, es decir, de la integridad del ser humano, de ese camino vital que toda persona debe realizar durante su existencia, de ese entrar en lo más profundo de uno mismo, descubrirse ahí íntegramente, en sus debilidades y fortalezas, y desde ahí brotar, renacer, expandirse al exterior en un crecimiento progresivo al encuentro con los demás. Es esto una de las cosas que más gratamente he acogido, ese saber leer, escrutar y explicar múltiples y variables situaciones de cada día afrontándolas desde una visión totalmente humanizadora y dadora de Vida en Abundancia.

Para mi es un libro para todo nuestro existir, independientemente de nuestras circunstancias personales, edad o condiciones sociales. Está compuesto por multitud de pequeñas dosis de “vitaminas” imprescindibles para todo aquel que se este planteando una vida en crecimiento continuo: “escuchar al corazón”, “cuidar como madre”, “ saber despedirse”, “empatía”, “discapacidades del corazón”, “escuchar el silencio”, “el abrazo”, “más corazón donde tú estés”, “descansar en Dios”, “la muerte no se improvisa”, “somos comunicación”, “!necesito un amigo!”, “generadores de vida”, “nos tienes tatuados en tu corazón”... etc son algunas de estás dosis diarias que cada día pueden y deben ir saboreando y poniendo en práctica todo aquel que este dispuesto a luchar por que su existencia se convierta en una vida cuyo fin principal sea alcanzar unos valores humanizadores, una vida en la que el entrar en el interior más íntimo de uno mismo le haga salir radicalmente y poner sus manos al servicio del mundo, le haga ponerse a trabajar con “más corazón en las manos”, una vida en la que la confianza y la comunicación con uno mismo, con los demás y con Dios, sea su motor.

Desde aquí, solo me queda desearos que ¡ lo disfrutéis y aprovechéis!